Fernando Tato Castro es baterista de una banda de rock llamada Automática y antes tocó metal en Crepar. Es integrante del equipo técnico del Teatro Solís y es, desde hace una década, diseñador sonoro en espectáculos teatrales.
En esta charla cuenta cómo creó el sonido de un barco encallando en un Iceberg que abrió la obra Barbarie, de Sergio Blanco, dirigida por Gustavo Saffores, estrenada en setiembre. También describe su trabajo en las últimas tres puestas en escena de Blanco: Cuando pases sobre mi tumba, El bramido de Dusseldorf y La ira de Narciso; en Bakunin Sauna, de Santiago Sanguinetti; y en La reunificación de las dos Cores y Elektra, ambas de Mario Ferreira.